Septiembre no es solo la vuelta a la rutina, sino una oportunidad para redefinir la estrategia y alinear equipos. Tras la pausa veraniega, llega el momento de convertir reflexiones en decisiones y acciones concretas. Por lo tanto, el nuevo curso supone un nuevo punto de partida para empresas y directivos y directivas.
Los principales retos pasan por la tecnología (IA, ciberseguridad y gestión de datos), el contexto económico y geopolítico, la sostenibilidad y la gestión del talento. Ante este escenario, conviene preguntarse: ¿nuestro modelo de negocio sigue siendo vigente? ¿Tenemos al equipo preparado? ¿Invertimos lo suficiente en tecnología y seguridad? ¿Qué impacto real generamos en sostenibilidad y en la sociedad?
Algunas claves para afrontar el nuevo curso:
Modelo de negocio: centrarse en lo que aporta valor diferencial.
Talento: invertir en formación continua y liderazgo colaborativo.
Tecnología y seguridad: apostar por soluciones con impacto tangible y reforzar la confianza.
Sostenibilidad: pasar del relato a los hechos y medir el impacto con transparencia.
Clientes y mercado: escuchar activamente e innovar con ellos, no solo para ellos.
Más que un regreso, septiembre es una oportunidad para repensar y construir el futuro. Como afirmaba Peter Drucker: “La mejor manera de predecir el futuro es crearlo.”