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Bou & Associats, una larga trayectoria de trabajo en equipo

El despacho Bou & Associats cuenta con profesionales con mucha experiencia y de diversas especialidades. El trato de proximidad con el cliente y su visión global son sus principales hechos diferenciales.

La sección jurídica de Bou & Associats nació hace más de 30 años como una extensión de un grupo que hasta entonces integraba servicios de asesoría de materia fiscal y contable. La introducción de una nueva área jurídica, impulsada por Joan Bou y Maite Lladó, abrió el grupo a las especializaciones en Derecho Civil y Tributario.
Poco a poco el despacho ha ido creciendo y a día de hoy es un despacho multidisciplinar que también comprende servicios en Derecho Fiscal, Derecho Bancario y Tributario, entre otros.

Todo ello comenzó a tomar forma gracias al esfuerzo de sus dos socios fundadores, que introdujeron una sección jurídica que ha ido creciendo hasta constituir un despacho con profesionales especializados en las diferentes áreas que abarca el amplio mundo del derecho.

«Nuestro ADN es el Derecho Civil y el Mercantil, estamos muy puestos en temas sucesorios y matrimoniales, aunque inicialmente éramos un despacho muy de Derecho Preventivo, salvo que aún mantenemos», explica Joan Bou, hijo de Juli Bou, fundador de la asesoría. Bou está especializado en Derecho Mercantil, por lo que trata cualquier asunto relacionado con el mundo empresarial y, más concretamente, la empresa familiar.

La evolución de la jurisprudencia ha comportado que el despacho también se haya convertido en un punto de consulta de otros profesionales. «Cada vez nos encontramos con que hay gente que necesita una mano en temas fiscales y mercantiles debido a la alta especialización que requiere», apunta Maite Lladó, «nosotros hacemos un asesoramiento puntual, ofreciéndoles la ayuda que necesitan». La vertiente judicial, sin embargo, también está muy ligada a la trayectoria del despacho con un equipo integrado especializado en pleitos. Las abogadas que conforman esta rama tienen una larga experiencia en litigios, que aún así combinan con otras áreas en un trabajo coordinado y complementado entre el equipo. «Aunque cada uno tiene una especialidad que controla más que otra, nos encajamos entre todos para tener una visión general de los casos», explica Eva Martínez, una de las abogadas matrimonialistas. «Este es nuestro hecho diferencial, ya que a pesar de ser matrimonialista, hay que tener también visión mercantil y fiscal, ya que muchos matrimonios gerundenses tienen un perfil de pequeña y mediana empresa».

Otra de las particularidades del despacho es sin duda su proximidad con el cliente, su visión global y el apoyo entre sus profesionales. Y es que una de las cosas más imprescindibles para el despacho son sus reuniones semanales, donde hacen balance de la semana, hacen una lluvia de ideas y donde también se discuten los casos que lleva cada uno con el fin de ayudarse, y en caso pertinente, derivar casos. «Si nos quitan esto, nos sacan nuestro ADN porque en esta lluvia de ideas está nuestra identidad como grupo», indica Bou. «Para nosotros trabajar en equipo es eso». El despacho abarca una clientela que va desde grandes empresas gerundenses hasta particulares. Los puntos fuertes del despacho son el asesoramiento y contencioso mercantil, el derecho de sucesiones, el derecho matrimonial y las diferentes ramas del derecho Civil. Además, otra de las áreas que vuelven a tener movimiento son las adquisiciones de empresas y negocios, así como inversiones inmobiliarias, que el despacho también ofrece a través de un asesoramiento a los clientes con operaciones de compraventa u otros, haciendo un acompañamiento a través del estudio del tema, los permisos necesarios, los temas tributarios que se pueden derivar, etc. «Hay cierto movimiento de gente que no tiene miedo, es decir, empresas que empiezan a hacer inversiones», explica Lladó, «Se trata de empresarios de servicios y de toda la vida que hacen ampliaciones del negocio o que ven oportunidades nuevas de su ámbito de trabajo, no se trata de especuladores de la época inmobiliaria», sostiene la abogada Lladó.

Y es que después de unos años antes oscuros raíz de la crisis económica y financiera, Bou admite que ahora vuelve a haber una «cierta, moderada y razonable» actividad empresarial e inmobiliaria después de unos años de crisis que fueron «muy duros» para muchas empresas.

Abusos bancarios
El contexto social y la crisis económica ha hecho que el despacho haya acogido muchos asuntos de Derecho Bancario que se han traducido en casos de abuso bancario. De hecho, empezando con un tipo de productos financieros de riesgo llamados «swaps», siguiendo con las preferentes y llegando actualmente con la compra de acciones del Banco Popular, unas reclamaciones bancarias que mayoritariamente tienen éxito. «Estamos viviendo la 3ª generación de este tipo de litigios», dice Bou, que calcula que el despacho ha llevado más de sesenta casos relacionados con los swaps. Asimismo, también han trabajado casos sobre la Ley de la Segunda Oportunidad, una normativa que permite hacer una remisión de la deuda de una persona física, y que está en funcionamiento desde el 2015. «Es una gran desconocida y aún así puede dar muchas soluciones a mucha gente que ha sufrido mucho durante estos años de la crisis», expresa.

Pioneros: Primera sentencia de las «swap»
El despacho Bou & Associats, y concretamente el abogado Joan Bou fue pionero en obtener la primera sentencia gerundense en materia de swaps favorable a un cliente. Fue el pasado 25 de febrero de 2011, cuando la Audiencia de Girona se posicionó a favor de su cliente, y sentenció a la entonces Catalunya Caixa a devolver unos 16.000€ al cliente para no aclarar de forma documental de los riesgos que se sometía al contratar y anular el producto.

Artículo publicado en El Suplemento Especial de Abogados del
DIARI DE GIRONA (28/01/2019)